Día 2: Ruta Centro-Oeste

RUTA: Centro de Visitantes Mancha Blanca, “Ruta Tremesana”, Parque Nacional Timanfaya, Yaiza, El Golfo, Los Hervideros y Las Salinas de Janubio (kilómetros: 100).

Informar que existe un Bono de 6 Centros que vale 30 € por persona, también existe uno de 4 Centros que vale 26 €. Nosotros cogimos el de 6 Centros, porque hicimos números y sí nos compensaba. Este incluye: Montañas de Fuego, Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Jardín del Cactus, Mirador del Río y Museo Internacional de Arte Contemporáneo. Este bono se compra en la primera taquilla a la que te dirijas.

RUTA TREMESANA

A las 8’30 ya estábamos en marcha y el primer destino era el Centro de Visitantes Mancha Blanca, porque allí tenía salida la “Ruta Tremesana”, que es una ruta guiada a pie de unas 3 horas, tan sólo son 2 kilómetros y la dificultad es mínima. Se reserva llamando al Centro de Visitantes (928-84-08-39), y la ruta se realiza lunes, miércoles y viernes por la mañana, el horario te lo indican un par de días antes cuando hay que llamar para confirmar; y además la visita es gratuita.


A las 10’20 iniciamos la visita, con nuestro guía Nino, otra pareja y tres chicas inglesas. Primero te llevan con la furgoneta a un punto del Parque Nacional, al que si no vas con guía no se puede acceder, y luego ya empieza la ruta; aunque más que una ruta es un paseo, ya que vas tranquilamente admirando el paisaje y de vez en cuando se hacen paradas en las que el guía te va explicando de todo un poco, desde los volcanes, la fauna y flora, hasta los cultivos artesanales. A las 13’50 llegamos de nuevo al Centro de Visitantes. Decir que la ruta es lineal, no se hace de ida y vuelta, ellos dejan la furgoneta en un sitio y cuando acabas te está esperando otra en otro sitio. Totalmente recomendable, este paseo por el Parque Nacional Timanfaya. Posiblemente sea lo mejor del viaje.




MONTAÑAS DEL FUEGO

Horario: 9 a 18 horas. Incluido en el Bono.

La conformación del Parque Nacional Timanfaya como lo conocemos actualmente, se explica por las erupciones ocurridas entre 1730 y 1736 que cubrieron de cenizas y material volcánico toda la isla, destruyendo campos de cultivos y pueblos. Su última erupción se registró en 1824.

Como el guía nos dijo que ya era una buena hora para ir al Parque, le hicimos caso y nos fuimos al Timanfaya, aprovechando que lo teníamos muy cerquita del Centro de Visitantes. Ya sabíamos que dentro del parque solo hay un Restaurante pero como habíamos leído que no estaba mal, y el guía nos dijo que no era de lo mejorcito de la zona pero que no estaba mal y era curioso el paisaje que le rodea.

Así que a las 14’30 ya estábamos comiendo en el Restaurante “El diablo” (que cocina con el calor geotérmico) con unas impresionantes vistas, la comida bastante buena, nos pedimos unos pulpitos con mojo y medio pollo; y teniendo el cuenta el sitio y las vistas muy bien de precio; eso junto las bebidas 25 €.

Tras la comida hicimos la ruta en el bus, que dura sobre media hora, y durante la cual no te bajas ni nada, solo que en algunos sitios se detiene para que puedas admirar mejor el paisaje, que no estaría mal si antes no hubiéramos hecho la ruta de la mañana. Y después para finalizar las demostraciones geotérmicas tan típicas.


Tras esto ya era hora de coger de nuevo el coche.

EL GOLFO

Es una pequeña laguna de color verdoso, separada del mar por una pequeña playa de arenas negras. También es conocida como “Charco de los Clicos”.


Se puede acceder tanto a la playa, como a un mirador a cierta altura para poder contemplarlo, nosotros lo vimos desde los 2 sitios.

LOS HERVIDEROS

Aquí según el estado del mar se puede observar el golpe de las olas con la roca solidificada; la fuerza de las olas permite a veces subir el agua a la superficie, sobre todo en marea alta.


LAS SALINAS DE JANUBIO

Actualmente y tras un tiempo de inactividad, han vuelto a la producción. Con la luz del día se pueden observar distintos colores, pero es bastante bonito su atardecer.


Tras la jornada turística decidimos llamar a Autoreisen para ver si nos podían cambiar el coche, ya que llevaba un radiocd muy moderno de carátula extraíble, con mp3 y todo, pero tenía un cd dentro y no había forma de poderlo sacar y la radio se pasaba todo el día cambiando de dial, y nos estaba volviendo majaras. Así que llamamos y nos dijeron que pasáramos y lo mirarían, y si no nos lo cambiarían.

Así que una vez en el aeropuerto y el personal comprobó que aquel cd no salía ni a la de tres, optaron por darnos otro, un C3 también, aunque este más viejo, pero por lo menos el radiocd de serie que llevaba este iba bien.

Y tras el cambio de coche, ya de vuelta al hotel, que el día había sido larguito.

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